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El gobierno boliviano organizará una agencia central de inteligencia propia, con las FFAA y la Policía, por la lucha contra el crimen y el narcotráfico, y para ello gestiona ayuda de Francia y de la DEA, la oficina estadounidense a la que impidió operar en su territorio hace menos de dos semanas.

“hablamos de un proyecto que hace aproximadamente dos años hemos discutido de (crear) una agencia central de inteligencia del Estado que concentre la información tanto de las Fuerzas Armadas como de la Policía”, aseguro el ministro de Defensa, Walker San Miguel, citado por medios locales.

Para la autoridad gubernamental, ésta nueva oficina tendrá deberes relacionados “a la protección de nuestros recursos naturales, para luchar contra el crimen organizado”.

El ministro San Miguel anuncio que ésta nueva agencia central de inteligencia se nutriría de las oficinas de inteligencia de la Policía y las Fuerzas Armadas, que a la fecha funcionan separadas, pero en ocasiones graves de crisis unen su inteligencia e intercambian palabras.

Bolivia también espera contar con la ayuda externa y según el gobierno boliviano se recurría al apoyo de Francia, país que “tiene bastante experiencia en el medio” y con el que ya se sostuvieron contactos en el pasado, según San Miguel.

Mientras tanto, el diputado del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y presidente de la Comisión de Gobierno, Gonzalo Lazcano, aseguro que se creará un organismo de inteligencia “cuando se nacionalice la lucha antidrogas” en todo el territorio nacional, labor que dependía casi en exclusiva de Estados Unidos.

Según el parlamentario, la nueva oficina puede desarrollar un trabajo similar al que realizaba la DEA (oficina antidrogas de Estados Unidos), a la que el presidente Evo Morales le pidió que dejara el país, tras acusarla de apoyar un presunto golpe de Estado en contra suyo en septiembre pasado.

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