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Bajo el nombre genérico de Chiquitanía se engloban las provincias de Ñuflo de Chavez, Velasco y Chiquitos.

Se cuenta que, a fines del siglo XVI, el Inca Huaina Capac, señor del imperio inca que se extendía desde Quito, Ecuador, hasta Chile, visitó al Sumaj Orko – “cerro magnifico”, en quechua -, y ordenó que se confeccionaran joyas de plata para su corte. Poco después los primeros colonizadores españoles se asentaron al pie del cerro…

Potosí es una de las ciudades más antiguas, famosas y de más historia de América, conocida por su derroche de riqueza, a cuya sombra surgieron centenares de iglesia, residencias, palacios y plaza, y cobraron un auge inusitado las bellas artes entre los siglos XVII y XVIII.

Aquellos estudiosos de la arquitectura y el arte hispanoamericanos se sentirán a sus anchas de Potosí.

Aquí se evidencia, como en ningún otro lugar, el mestizaje cultural: angelotes cuya fisionomía indígena es resultado del trabajo de las manos nativas; frutas y vegetación tropical americana, inexistentes en el árido paisaje andino, lo que denota la inspiración foránea.

El Templo de San Lorenzo es, precisamente, una de estas obras clásicas. La portada, de los cuerpos es impresionante. En el interior, el arco de medio punto denota una abigarrada ornamentación vegetal. construida en el siglo XVII, de estilo mudéjar, posee una cúpula de madera de media naranja sobre el crucero.

La portada, de estilo manierista, es notable y el retablo mayor llama la atención por su labrado en piedra.

Los habitantes de Potosí son gente amable y hospitalaria. ¡Ah, y una última recomendación! Abríguese bien, porque el frío y el viento son proverbiales en la ciudad de Potosí, Patrimonio Universal de la Humanidad, lugar de escasas precipitaciones, pero rezumante en historia y leyenda de un pasado fabuloso que desafía los tiempos.

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