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Dos o tres frustrados guarda- parques fueron la única atención que el parque recibió del Gobierno durante quince años. Vanos intentos de protección sin respaldo buscaron limitar el chaqueo y la agricultura migratoria.

No se pudo contener la destrucción casi total de los mas hermosos bosques tropicales húmedos del parque. Lugares donde se escuchaba el siringuero ave característica de estos bosques, fueron desapareciendo en pocos años.

Bosques de tipo catedral, de altos árboles, donde se podía caminar sobre una alfombra de helechos, mirando a los esbeltos troncos subir por 30 o 40 metros, pronto fueron reemplazados por barbechos de especies que con dificultad se adaptaban al terreno rápidamente empobrecido.

Los arroyos se tornaron turbios y los peces disminuyeron bruscamente ante el impacto de las dinamitas de los colonos que día tras día se escuchaban en el afán para conseguir alimento fácil.

En 1990 se inició una nueva etapa de relativa conciencia en favor del parque. Se decidió extenderlo hasta el límite interdepartamental entre Santa Cruz y Cochabamba.

El decreto de ampliación de noviembre de 1991, alegró a muchos ciudadanos conscientes de sus valores, pero dejó también a unas tres mil resentidas familias en su interior, que reclamaban la oportunidad de tener caminos, escuelas, postas sanitarias agua potable, electricidad y el respeto a sus derechos agrarios sobre la tierra.

También por aquellas fechas, el Gobierno y algunas instituciones privadas con diversos proyectos empezaron a inyectar al parque recursos de salvación.

A tiempo de fortalecer la protección mediante la contratación de guardaparques y la construcción de varios campamentos de control, se inició también un proceso de análisis objetivo de la realidad social y económica de sus habitantes.

Siguieron muchas acciones in situ, debates, escaramuzas por prensa, discusiones inflamadas, que han ido dando lugar a un creciente consenso: el Amboró debe ser redefinido, separando su área núcleo intocada de las zonas ocupadas.

De esta forma podrá ser visto con nitidez y tendrá la oportunidad de ser conservado. Alrededor del parque sano en las zonas actualmente ocupadas, existirá entonces lo que será conocido como un Area Natural de Manejo Integrado, donde se dará especial atención a una asistencia integral para que sus habitantes tengan la posibilidad de salir de so extrema pobreza.

Así se disminuíra la presión que ejercen sobre el parque y sus recursos. El conjunto podrá formar lo que un día cercano podrá ser una Reserva de la Biosfera, área de categoría internacionalmente reconocida como patrimonio de la humanidad.

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