12.jpg

Aunque las colonias de nidificación son de difícil acceso, no obstante, desde tiempos remotos, los campesinos lugareños del altiplanoboliviano realizan periódicas recolecciones de los huevos de éstas y otras aves como parte de su dieta complementaria.

Actualmente estas prácticas pueden tener grandes magnitudes si son realizadas por medios de transporte pesado, debido a la apertura de caminos cada vez mayor, lo que, de esta manera, podría afectar significativamente al éxito de producción de estas aves.
 
Se debe mencionar que la carne de pariguana es comestible, principalmente a los alrededores de los lagos Poopó y Uru Uru, donde se pudo constratar la comercialización del “charque de pariguana” o carne seca.

Los huevos son recolectados para la alimentación y comercio. Existe además caza de pichones para extracción de aceites naturales o “enjundia” con fines medicinales tradicionales y la caza de juveniles para aprovechar sus plumas en la fabricación de edredones, almohadas, chamarras, bolsas de dormir, guantes y otros.

ESTADO DE CONSERVACION Y AMENAZAS:

En lo referente a la legislación para su protección, las tres especies se encuentran en el Apéndice II del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES, 1995).

La parina grande y la parina chica se citan en la categoría de las especies “casi amenazadas” en el Libro Rojo de las Aves Amenazadas para las Américas (ICBP/IUCN), así también en la categoría de “vulnerable” en la Lista de Aves Amenazadas del Mundo (BirdLife) y en el Libro Rojo de los Vertebrados de Bolivia.

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.